Este versículo nos da detalles de la vida de Jesucristo antes de que viniera a la Tierra como ser humano (Juan 1:14-17). En el versículo 14, “el Verbo” o “la Palabra” (o también “el Logos”; en griego, ho lógos) se usa como un título. Al parecer, ese título describe el papel que tiene Jesús de comunicar los mandamientos e instrucciones de Dios. Eso fue lo que Jesús hizo durante su ministerio en la Tierra y también después, cuando regresó al cielo (Juan 7:16; Apocalipsis 1:1).
La expresión “el principio” se refiere al momento en que Dios comenzó su obra creativa y creó al Verbo. A partir de ese momento, Dios trabajó con él para crear todo lo demás (Juan 1:2, 3). La Biblia dice que Jesús es “el primogénito de toda la creación” y que “por medio de él todo lo demás fue creado” (Colosenses 1:15, 16).
La frase “la Palabra [o el Verbo] era un dios” describe la naturaleza divina que tenía Jesús antes de venir a la Tierra, es decir, indica que Jesús era un ser divino, semejante a Dios. ¿Por qué se le puede describir así? Por su papel como portavoz de Dios y por la posición tan especial que ocupaba como Hijo primogénito de Dios con quien Dios creó todas las demás cosas.